No va a venir nadie


Que alguien me ayude
Que alguien me salve
Que se haga responsable de mi ego
Y así poder cargar la culpa luego
Que vea mis pecados y se tiña
Y suya habrá de ser la penitencia.

El día que abrazaste sin premura
La valentía de quererme
Y osaste a mi vera quedarte
A pesar de todos los apesares
Ése fue el día
Que puse sobre tus hombros desnudados
La carga de lidiar con mis temores
El fuego que salpican mis pasiones
Los bajos que te arrastran al vacío
Los altos que perplejan el hastío
Que te produce tener que tenerme.




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