El miedo se desnuda
El miedo, disfrazado de enfado, hace su aparición en el estrado. Se levanta el telón. La ira se maquilla de pura indignación y esconde los defectos de pánico y temor. Las inseguridades se colocan encajes irritados y frustradas puntillas. Los débiles, pelucas de jueces que abogan justicia universal. Y en ese maremágnum, se aplacan los gemidos y se apocopan llantos que no son bienvenidos en tierra de dolor. Un puño sobre el pecho apaga los lamentos. Un grito que murmura. El miedo se desnuda.