Nada


Los que osan hablar de ti te desconocen
y el que te ha conocido mudo es.
Todo el que te haya temido ha sido de lejos
y al que te has acercado ha perdido el miedo.
Vienes,
muerte insistente,
a burlar raza
religión
tiempo
amor
y al cielo mismo.
Vienes,
muerte perenne,
cada velada
a recordarle al hombre que,
en sí,
no es nada.





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