El miedo se desnuda

El miedo,

 disfrazado de enfado,

hace su aparición en el estrado.


Se levanta el telón.


La ira se maquilla 

de pura indignación

y esconde los defectos 

de pánico y temor.


Las inseguridades se colocan 

encajes irritados 

y frustradas puntillas.

Los débiles, pelucas 

de juecesque abogan 

justicia universal.


Y en ese maremágnum, 

se aplacan los gemidos

y se apocopan llantos 

que no son bienvenidos 

en tierra de dolor.


Un puño sobre el pecho 

apaga los lamentos.


Un grito que murmura.


El miedo se desnuda.




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