Déspota

 Déspota.

Tú ya no me fascinas.

Te has cargado mi fe.

Los campos de amapolas

son pérdidas de sangre

a mitad de ciclo.

Creía que amanecía por mí

Y la cola del INEM llega hasta el Corte Inglés

a eso de las diez.

Acentos argentinos en un café internet.

Sólo los olores

visten, como disimulando,

resquicios del ayer.

Si no fuera por ellos,

juraría que nunca existió.


Ya no hay blancos ni azules.

Todo es más o menos.




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